El esclavo aceptó obedientemente todos los castigos y chupó esperma

La niña sabía que con su maestro era necesario comportarse obedientemente para que no la castigara mucho. Y mientras él estaba sentado en un taburete, reflexionando sobre cómo castigarla hoy, la perra se desnudó justo detrás de él y se quedó atrás de rodillas. El tipo la ayudó a pararse en el puente, retorció las abrazaderas sobre sus pezones hasta el límite, se puso las esposas de cuero en sus brazos y en sus pies, ayudó a levantarse y besarla en los labios. La niña levantó una pierna sobre su desnuda como bailarina, y en el momento en que subió a los calcetines. Lo di para colocar las pinzas con una cadena en los labios, después de lo cual rompió una tapa en la aguja en la rueda. El maestro colgó un esclavo al revés. Él folló su boca, se tumbó en un taburete y nuevamente rodó a un miembro junto a la mejilla. Se puso el pecho con cera y obligó a chupar esperma, abofeteándose con un látigo en la piel.